viernes, 29 de abril de 2011

DECISIÓN. CRITERIOS DE LA FIDELIDAD. Mt 7,13-8,1.

                   13 Entrad por la puerta angosta; porque ancha es la puerta y amplia la calle que llevan a la perdición, y muchos entran por ellas.
14 ¡Qué angosta es la puerta y qué estrecho el callejón que llevan a la vida! Y pocos dan con ellos.
                   15 Cuidado con los profetas falsos, esos que se os acercan con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces.
16 Por sus frutos los conoceréis; a ver, ¿se cosechan uvas de las zarzas o higos de los cardos?
                  17 Así, los arboles sanos dan frutos buenos; los árboles dañados dan frutos malos.
18 Un árbol sano no puede dar frutos malos, ni un árbol dañado dar frutos buenos,
19 y todo árbol que no da fruto bueno se corta y se echa al fuego.
20 Total, que por sus frutos los conoceréis.
                 21 No basta decirme: "¡Señor, Señor!", para entrar en el reino de Dios; no, hay que poner por obra el designio de mi Padre del cielo.
                 22Aquel día muchos me dirán: "Señor, Señor, ¡si hemos profetizado en tu nombre y echado demonios en tu  nombre y hecho muchos prodigios en tu nombre!"
23 Y entonces yo les declararé: "Nunca os he conocido. ¡Lejos de mí los que practican la iniquidad!
                24 En resumen: Todo aquel que escucha estas palabras mías y las pone por obra se parece al hombre sensato que edificó su casa sobre roca. 
25 Cayó la lluvia, vino la riada, soplaron los vientos y arremetieron contra la casa; pero no se hundió, porque estaba cimentada en la roca.
                26 Y todo aquel que escucha estas palabras mías y no las pone por obra se parece al necio que edificó su casa sobre la arena.
27 Cayó la lluvia, vino la riada, soplaron los vientos, embistieron contra la casa y se hundió. ¡Y que hundimiento tan grande!
               28 Al terminar Jesús este discurso, las multitudes estaban impresionadas por su enseñanza,
29 porque les enseñaba con autoridad, no como sus letrados.


            1 Y al bajar del monte lo siguieron grandes multitudes de gente.

EXPLICACIÓN.

7,13 - 8,1.  Necesidad de la decisión personal, salirse de la corriente (13-14). Palabras engañosas (15-20): los que pretenden hablar en nombre de Dios (falsos profetas), pero buscan sólo su propio interés. La comunidad los conoce por su modo de obrar, reflejo infalible de las actitudes profundas. Frutos buenos y malos (17-20): lo que sirve o no sirve para la vida. De nuevo (24-23) el primado de las obras sobre las palabras. Pero, más allá de las obras, Jesús juzga las intenciones. Lo extraordinario carece de valor (22-23) si no nace del amor n tiende a construir el reino de Dios. Parábola final (24-27): se contrapone el llevar o no a la práctica la enseñanza escuchada. La casa, el hombre mismo. El éxito de su vida en medio de las dificultades se basa en un proceder acorde con el mensaje de Jesús, cuyo punto culminante han sido las bienaventuranzas. Asombro de las multitudes (28, cf. 4,25). Jesús no se apoya en la tradición, como los letrados (29), habla con autoridad propia. La doctrina oficial cae en el descrédito. La enseñanza tan nueva y radical de Jesús no ha hecho disminuir su popularidad (8,1).

AVISOS. INVITACIÓN A LA ORACIÓN. Mt 7,1-12.

7                  1 No juzguéis y no os juzgarán;
2 porque os van a juzgar como juzguéis vosotros, y la medida que uséis la usarán con vosotros.
                      3 ¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo?
4 O ¿cómo vas a decirle a tu hermano: "Deja que te saque la mota del ojo", con esa viga en el tuyo?
5 Hipócrita, sácate primero la viga de tu ojo; entonces verás claro y podrás sacar la mota del ojo de tu hermano.
                     6 No deis lo sagrado a los perros ni les echéis vuestras perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen, y además se vuelvan y os destrocen.
                     7 Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y os abrirán;
8 porque todo el que pide recibe, el que busca encuentra y al que llama le abren.
                    9 O es que si uno de vosotros le pide su hijo pan, ¿le va a ofrecer una piedra?
10 O si le pide un pescado, ¿le va a ofrecer una serpiente?
11 Pues si vosotros, aun si sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre del cielo se las dará a los que se las piden!
                   12 En resumen: Todo lo que querríais que hicieran los demás por vosotros, hacedlo vosotros por ellos, porque eso significan la Ley y los Profetas.

EXPLICACIÓN.

1 - 12.        Criterios que han de regir la vida de la comunidad. El gran defecto es la falta de amor (la viga). Aviso contra los que, por los defectos de otros, rompen la relación con ellos. Actuando así, la rompen con Dios (1-5). Prudencia (6): no ser ciego a la actitud de los demás; si se propone el mensaje a sus enemigos declarados puede provocar reacciones violentas. Confianza (7-11): ejemplos sobre el alimento: todo lo que contribuya a la vida de la comunidad será concedido por el Padre. La petición hace tomar conciencia de la propia necesidad y dispone a recibir los dones de Dios. De la Ley y los Profetas (12) deduce la norma de moralidad que ha de regir en la nueva sociedad humana. El amor requiere iniciativa más allá de la casuística.

EXPLICA "LOS QUE ELIGEN SER POBRES" II Mt 6,25-34.

                   25 Por eso os digo: No andéis preocupados por la vida pensando qué vais a comer o a beber, ni por el cuerpo, pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
26 Fijaos en los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan; y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellos? 
27 Y ¿quién de vosotros, a fuerza de preocuparse, podrá añadir una hora sola al tiempo de su vida?
                  28 Y ¿por qué andáis preocupados por el vestido? Daos cuenta de cómo crecen los lirios del campo, y no trabajan ni hilan.
29 Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como cualquiera de ellos.
30 Pues si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, la viste Dios así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe?
                 31 Conque no andéis preocupados pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir.
32 Son los paganos quienes ponen su afán en esas cosas. Ya sabe vuestro Padre del cielo que tenéis necesidad de todo eso. 
33 Buscad primero que reine su justicia, y todo eso se os dará por añadidura.
                34 Total, que no andéis preocupados por el mañana, porque el mañana se preocupará por sí mismo. A cada día le basta su dificultad.

EXPLICACIÓN.

25 - 34.       Se explica el segundo miembro de la primera bienaventuranza (5,3), cómo se manifiesta el reinado de Dios sobre los que hacen la opción por la pobreza. Los que han renunciado a todo no deben estar preocupados por lo material. Generosidad del Padre con sus criaturas (26-30). Preocupación prioritaria: que sea realidad la justicia del Reino (33), la fidelidad a Dios que se muestra en la fidelidad al hombre, en la labor de la comunidad en el mundo. Resumen (34): Vivir en el presente; no faltará en el mañana la solicitud del Padre.

EXPLICA "LOS QUE ELIGEN SER POBRES" Mt 6,19-24.

                   19 Dejaos de amontonar riquezas en la tierra, donde la polilla y la carcoma las echan a perder, donde los ladrones abren boquetes y roban.
20 En cambio, amontonaos riquezas en el cielo, donde ni polilla ni carcoma las echan a perder, donde los ladrones no abren boquetes ni roban.
                   21 Porque donde tengas tu riqueza tendrás el corazón.
                   22 La esplendidez da el valor a la persona. Si eres desprendido, toda tu persona vale;
23 en cambio, si eres tacaño, toda tu persona es miserable. Y si por valer tienes sólo miseria. ¡qué miseria tan grande!
                  24 Nadie puede estar al servicio de dos señores, porque aborrecerá a uno y querrá al otro, o bien se apegará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al dinero.

EXPLICACIÓN.

19 - 24.        Desarrolla el contenido de la primera bienaventuranza (5,3). La renuncia propia del Reino consiste en la renuncia efectiva de la riqueza. El hombre se define por los valores que estima y las seguridades que busca; ellos orientan su vida y marcan su personalidad (19-21).  La perícopa 6,22-23, continúa el tema del dinero; contiene numerosos semitismos, traducidos por sus equivalencias en nuestro idioma "Ojo perverso" = envidia, tacañería; "ojo simple", generosidad, esplendidez; sobre esta oposición se interpreta el resto. Propone el compartir (esplendidez) como opuesto a acumular riquezas. Está en juego la fidelidad a Dios o a la idolatría (24).

miércoles, 27 de abril de 2011

DESACREDITA A LOS FARISEOS. EL "PADRENUESTRO". Mt 6,1-18.

6                 1 Cuidado con hacer vuestras obras de piedad delante de la gente para llamar la atención: si no, os quedáis sin recompensa de vuestro Padre del cielo.
                     2 Por tanto, cuando des limosna no lo anuncies a toque de trompeta, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en la calle para que la gente los alabe. Ya han recibido su recompensa, os lo aseguro.
3 Tú, en cambio, cuando des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha,
4 para que tu limosna quede escondida; y tu Padre, que ve lo escondido, te recompensará.
                    5 Cuando recéis, no hagáis como los hipócritas, que son amigos de rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas para exhibirse ante la gente. Ya han recibido su recompensa, os lo aseguro.
6 Tú, en cambio, cuando quieras rezar, métete en tu cuarto, echa la llave a tu puerta y rézale a tu Padre que está en lo escondido; y tu Padre, que ve lo escondido, te recompensará.
                   7  Pero, cuando recéis, no seáis palabreros como los paganos, que se imaginan que por hablar mucho les harán más caso.
8 No seáis como ellos, que vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes que se lo pidáis.
9 Vosotros rezad así:


                         Padre nuestro del cielo
                  proclámese ese nombre tuyo,
             10 llegue tu reinado,
                  realícese en la tierra tu designio del cielo;
             11 nuestro pan del mañana dánoslo hoy
             12 y perdónanos nuestras deudas,
                  que también nosotros
                  perdonamos a nuestros deudores;
             13 y no nos dejes ceder a la tentación,
                  sino líbranos del Malo.

             14 Pues si perdonáis sus culpas a los demás, también vuestro Padre del cielo os perdonará a vosotros.

15 Pero si no perdonáis a los demás, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras culpas.
             16 Cuando ayunéis, no os pongáis cariacontecidos, como los hipócritas, que se afean la cara para ostentar ante la gente que ayunan. Ya han recibido su recompensa, os lo aseguro.
17 Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara,
18 para no ostentar tu ayuno ante la gente, sino ante tu Padre que está en lo escondido; y tu Padre, que ve lo escondido, te recompensará.

EXPLICACIÓN.

1 - 18.        Contra el modo de proceder de los fariseos. Principio general (1): las obras de piedad no deben practicarse para ganar prestigio y adquirir con ello una posición de poder o privilegio. Los que así obran no gozan del reinado de Dios (la recompensa, como en 5,12).

                  Hipócrita, el que ejecuta acciones que no corresponden a su actitud interior. La limosna (2-4), para obtener fama tiene como único premio la fama misma. Lo escondido, la esfera del Padre; la recompensa es la comunicación personal con el Padre.

                La oración (5-14). Tu cuarto, tu puerta, metáforas para designar la interioridad. La palabrería en la oración (7) indica falta de fe. Vuestro Padre sabe lo que os hace falta, la oración dispone a recibirlo.

                El Padrenuestro (9-13), modelo de petición. Nueva relación con Dios (Padre), comunitaria. La conducta de este Padre guía la de los discípulos; del cielo, transcendencia e invisibilidad. La primera parte (9s) tiene como centro al Padre (tu nombre, etc.), y pide por la extensión del Reino a la humanidad entera. La segunda (11-13), tiene por centro la comunidad que pide por sí misma.

               Proclámese: el nombre designa a la persona según su aspecto característico, aquí a Dios que obra como Padre. Paralelo con 5,16: "glorifiquen los hombres a vuestros Padre del cielo", gracias a la actividad de la comunidad cristiana. Llegue tu reinado: éste se realizará por la opción contra el dinero y la fidelidad a ella (5,3.10). Realícese, etc., que se lleve a efecto el plan de Dios sobre la humanidad. La experiencia de vida impulsa a desear que esa vida se extienda.

              Pan del mañana (11), tal es el sentido del término gr. epiousion (aram, mahar, según san Jerónimo). Se pide que la unión y alegría propias de la comunidad final (banquete mesiánico, 8,11) sean un hecho en la comunidad presente. Relación con la eucaristía. Se pide el perdon/amor de Dios (12); la condición es el perdón/amor al prójimo. Los deudores  incluyen a enemigos y perseguidores (5,43ss). La tentación, el Malo remiten a la escena del desierto (4,1-11): se pide no actuar sin atender al plan de Dios, no caer en el providencialismo irresponsable y, sobre todo, en la ambición de gloria y poder (5,10: fidelidad). Como para Jesús, esto significaría renunciar a la misión liberadora. Necesidad de perdón (14-15).

              El ayuno sincero, que nace de un sentimiento interior (16-18).

CORRIGE LA LEY Y SU INTERPRETACIÓN (II). Mt 5,27-48.

                   27 Os han enseñado que se mandó: "No cometerás adulterio" (Éx 24,14).
28 Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer casada excitando su deseo por ella, ya ha cometido adulterio con ella en su interior.
                  29 Y si tu ojo derecho te pone en peligro, sácatelo y tíralo; más te conviene perder un miembro que ser echado entero en el fuego.
30 Y si tu mano derecha te pone en peligro, córtatela y tírala; más te conviene perder un miembro que ir a parar entero al fuego.
                 31 Se mandó también: "El que repudia a su mujer, que le dé acta de divorcio" (Dt 24,1).
32 Pues yo os digo: todo el que repudia a su mujer, fuera del caso de unión ilegal, la empuja al adulterio, y el que se case con la repudiada comete adulterio.
                33 También os han enseñado que se mandó a los antiguos: "No jurarás en falso" (Éx 20,7) y "cumplirás tus votos al Señor" (Dt 23,22).
34 Pues yo os digo que no juréis en absoluto: por el cielo no, porque es el trono de Dios; 
35 por la tierra tampoco, porque es el estrado de sus pies; por Jerusalén tampoco, porque es la ciudad del gran rey;
36 no jures tampoco por tu cabeza, porque no puedes volver blanco ni negro un solo pelo.
37 Que vuestro sí sea un sí y vuestro no un no; lo que pasa de ahí es cosa del Malo.
                38 Os han enseñado que se mandó: "Ojo por ojo, diente por diente" (Éx 21,4).
39 Pues os digo: No hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, vuélvele también la otra;
40 al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, déjale también la capa;
41 a quien te fuerza a caminar una milla, acompáñalo dos;
42 al que te pide, dale; y al que quiere que le prestes, no le vuelvas la espalda.
               43 Os han enseñado que se mandó: "Amarás a tu prójimo..." (Lv 19,18)  y odiarás a tu enemigo.
44 Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen,
45 para ser hijos de vuestro Padre del cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos y manda la lluvia sobre justos e injustos.
              46 Si queréis a los que os quieren, ¿qué recompensa merecéis? ¿No hacen eso mismo también los recaudadores? 
47 Y si mostráis afecto sólo a vuestra gente, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen eso mismo también los paganos?
48 Por consiguiente, sed buenos del todo, como es bueno vuestro Padre del cielo.

EXPLICACIÓN.

27 - 48.    El adulterio es una injusticia, y lo mismo el propósito de cometerlo. Ojo, deseo; mano, acción. Ceder al mal impulso lleva a la muerte (27-30). El repudio (31s), injusticia contra la mujer. El juramento (33-37) delata la falta de sinceridad habitual en las relaciones humanas. Interrumpir el curso de la violencia por todos los medios, trabajando por la paz (5,9), cediendo del propio derecho. Amarás a tu prójimo (42, Lv 19,18); odiarás a tu enemigo, principio esenio (cf. Sal 139,19-22). (43) Como Dios creador no discrimina, lo mismo sus hijos (44s). No pueden conformarse al uso de la sociedad (46s). Con la frase final (48) Jesús descalifica la "perfección" propuesta por los letrados, basada en la observancia de la Ley. Lo que hace al hombre perfecto (bueno del todo) y semejante al Padre es el amor que no conoce excepciones.

CORRIGE LA LEY Y SU INTERPRETACIÓN. Mt 5,21-26.

                   21 Os han enseñado que se mandó a los antiguos: "No matarás (Éx 20,13), y si uno mata será condenado por el tribunal". 
22 Pues yo os digo: Todo el que esté peleado con su hermano será condenado por el tribunal; el que lo insulte será condenado por el Consejo; el que lo llame renegado será condenado al fuego del quemadero.
                  23 En consecuencia, si yendo a presentar tu ofrenda al altar, te acuerdas allí de que tu hermano tiene algo contra ti,
24 deja tu ofrenda allí, ante el altar, y ve primero a reconciliarte con tu hermano; vuelve entonces y presenta tu ofrenda.
                 25 Busca un arreglo con el que te pone pleito, cuanto antes, mientras vais todavía de camino; no sea que te entregue al juez, y el juez al guardia, y te metan en la cárcel.
26 Te aseguro que no saldrás de allí hasta que no pagues el último cuarto.

EXPLICACIÓN.

21 - 26.       Jesús ataca la concepción de la Ley mantenida por los letrados. Seis antítesis. No pretende radicalizar la Ley de Moisés, sino, frente a ella, sacar las consecuencias que derivan de un principio mucho más exigente: el bien del hombre y la sociedad de amor mutuo.

                  No basta abstenerse de la acción (matar), la actitud (estar peleado) (22) merece ya el juicio. Se manifiesta en el insulto; cuando llega a excluir al otro del propio trato (renegado), merece la pena definitiva, simbolizada por la destrucción del fuego. La buena relación con los hombres tiene precedencia sobre la relación con Dios expresada en el culto (23s). Cuando no se ataja la discordia, sus efectos pueden ser extremos (25).

                

SE CUMPLIRÁN LAS PROMESAS. Mt 5,17-20.

                   17 ¡No penséis que he venido a echar abajo la Ley ni los Profetas! No he venido a echar abajo, sino a dar cumplimiento:
18 porque os aseguro que antes que desaparezca el cielo y la tierra, ni una letra ni una coma desaparecerá de la Ley antes que todo se realice.
                  19 Por tanto, el que se exima de uno solo de esos mandamientos mínimos y los enseñe así a los hombres, será llamado mínimo en el reino de Dios; en cambio, el que los cumpla y enseñe, ése será llamado grande en el reino de Dios:
20 porque os digo que, si vuestra fidelidad no se sitúa muy por encima de la de los letrados y fariseos, no entráis en el reino de Dios.

EXPLICACIÓN.

17 - 20.        Deshace un malentendido y previene contra una decepción. Su misión no es echar abajo el AT (la Ley y los Profetas) en cuanto es profecía del reinado de Dios, sino dar cumplimiento a esa promesa (cf. 1,22; 2,15.17.23; 4,14, etc.). La Ley (18), el Pentateuco, tenía por eje el éxodo de Egipto y la entrada en la tierra prometida; esto era figura de la obra del Mesías. El éxodo definitivo se realizará antes que desaparezca el mundo visible (18); comenzará con la muerte de Jesús y quedará abierto para toda la humanidad. De ahí la necesidad de practicar cada una de las bienaventuranzas antes propuestas (esos mandamientos mínimos), que toman el lugar de los mandamientos de la antigua Ley. Será llamado grande/mínimo, según realice o no la condición de hijo de Dios (5,9: serán llamados hijos de Dios). Fidelidad (20) en calidad y totalidad: es insuficiente el legalismo, como queda claro en el desarrollo subsiguiente (5,21-6,18), se requiere una nueva actitud, pero el discípulo no puede ser negligente. La puerta para entrar en el Reino es la primera bienaventuranza (5,3), que crea la nueva actitud: a ella se refiere esta fidelidad.

SAL Y LUZ. Mt 5,13-16.

                   13 Vosotros sois la sal de la tierra. Y si la sal se pone sosa, ¿con qué se salará? Ya no sirve más que para tirarla a la calle y que la pisotee la gente.
                   14 Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en lo alto de un monte;
15 ni se enciende una lámpara para ponerla en el candelero y que brille para todos los de la casa.
16 Empiece así a brillar vuestra luz ante los hombres; que vean el bien que hacéis y glorifiquen a vuestro Padre del cielo.

EXPLICACIÓN.

13 - 16. La sal, factor de incorruptibilidad, símbolo de la permanencia de la alianza (Lv 2,13; Nm 18,19; 2 Cr 13,5). La luz, la gloria o esplendor de Dios que había de brillar sobre Jerusalén (Is 60,1-3). Los discípulos son la nueva ciudad santa donde Dios habita (cf. 27,53). La gloria se manifiesta en su modo de obrar (5,7-9), en el que los hombres reconocen a Dios como Padre.

CÓDIGO DE LA ALIANZA MESIÁNICA: EL SERMÓN DEL MONTE. PROCLAMACIÓN DEL REINO: LAS BIENAVENTURANZAS. Mt 4,25-5,12.

                   25 Lo siguieron grandes multitudes procedentes de Galilea, Decápolis, Jerusalén, Judea y Transjordania.


5                 1 Al ver Jesús las multitudes subió al monte, se sentó y se le acercaron sus discípulos.
2 Él tomó la palabra y se puso a enseñarles así:
                    3 Dichosos los que eligen ser pobres,
                       porque ésos tienen a Dios por rey.
                    4 Dichosos los que sufren,
                       porque ésos van a recibir el consuelo.
                    5 Dichosos los sometidos,
                       porque ésos van a heredar la tierra.
                    6 Dichosos los que tienen hambre y sed de esa justicia,
                       porque ésos van a ser saciados.
                    7 Dichosos los que prestan ayuda,
                       porque ésos van a recibir ayuda.
                    8 Dichosos los limpios de corazón.
                       porque ésos van a ver a Dios.
                    9 Dichosos los que trabajan por la paz,
                       porque a ésos los va a llamar Dios hijos suyos.
                  10 Dichosos los que viven perseguidos por su fidelidad,
                       porque ésos tienen a Dios por rey.
                  11 Dichosos vosotros cuando os insulten, os persigan y os calumnien de cualquier modo por causa mía.
12 Estad alegres y contentos, que grande es la recompensa que Dios os da; porque lo mismo persiguieron a los profetas que os han precedido.

EXPLICACIÓN.

4,25-5,12.    Multitudes judías y paganas. La actividad de Jesús rompe las fronteras entre los pueblos (4,25). Reacción de Jesús, subir al monte, lugar de la presencia y actividad divinas. Va a promulgar el estatuto del Reino, a definir la nueva alianza y a constituir el nuevo pueblo. Sube al monte como Moisés y habla desde él como Dios: el Hombre-Dios.

                  "Pobres" (3), en la tradición judía, los pobres sociológicos; "eligen", lit. "por el/su espíritu", que indica un acto interior del hombre, de inteligencia, voluntad o sentimiento; en este contexto, de voluntad (= decisión, opción). "Los pobres por propia decisión" = los que eligen ser pobres. Jesús mismo lo interpreta en 6,24 (opción entre Dios y el dinero). Tienen a Dios por rey (lit. "de ellos es el reinado de Dios"), es decir, sólo con ellos actúa Dios como rey. El reinado de Dios pone fin a la miseria; no carecerán de lo necesario ni tendrán que someterse a otros para obtener el sustento (6,25-34). Esta pobreza se opone al acumular y retener bienes (6,19-21) y supone la disposición a compartir lo propio (6,22). Ésta es la buena noticia a los pobres (Is 61,1; Mt 11,15).

                Las tres bienaventuranzas siguientes contienen una promesa de liberación, efecto de la opción por la pobreza.

                Los que sufren (4), alusión a Is 61,1 donde se trata de la opresión de Israel. Jesús anuncia el fin de la opresión para la humanidad entera.

                Los sometidos (5), según el texto de Sal 37,11: los que han perdido su independencia económica y su libertad y tienen que vivir sometidos a los poderosos que los han despojado. La tierra, universal: plena restitución de la libertad e independencia.

               Esa justicia (6) condensa las dos bienaventuranzas anteriores: verse libres de la opresión, gozar de independencia y libertad.

              Las tres bienaventuranzas siguientes definen la labor del grupo cristiano en medio de la sociedad.

              Los que prestan ayuda (7), la misericordia expresada en obras.

             Los limpios de corazón (8), cf. Sal 24,4, en paralelo con "el de manos inocentes": buena intención que se traduce en conducta sincera. Ver a Dios, la experiencia constante de su presencia. No cuenta ya la pureza de la ley, sino la del comportamiento, ni el encuentro con Dios en el templo (Sal 24,3; 42,3.5; 43,3), sino en la vida.

            La paz (9): prosperidad, tranquilidad, derecho, justicia; en suma, la felicidad individual y social. Condensa las dos bienaventuranzas anteriores. Tal actividad hace al hombre semejante a Dios, por ser la misma que él ejerce con los hombres. No relación de siervo a señor, sino de hijo a Padre (cf. Os 2,1).

          La última bienaventuranza (10) completa la primera (3) (ambas en presente y con el segundo miembro igual). La persecución no es un fracaso, y es consecuencia de la fidelidad a la opción inicial (5,3). La sociedad, basada en la ambición de poder, gloria y riqueza, no la tolera.

          Las promesas de futuro (vv. 4-9) son efecto de la opción y fidelidad presentes (vv. 3,10). Liberación progresiva de los oprimidos por la existencia del grupo humano que opta contra los valores de la sociedad y crea una alternativa.

          Para los discípulos (11s) desarrolla la última bienaventuranza. La sociedad ejercerá sobre ellos una presión más o menos cruenta. La reacción ha de ser de alegría. Su recompensa será la experiencia de que Dios reina sobre ellos. Con su modo de vivir, los discípulos toman el puesto de los profetas de antaño: hacen visible una nueva relación humana, que denuncia la injusticia existente.

SUMARIO DE SU ACTIVIDAD. Mt 4,23-24.

                   23 Jesús fue recorriendo Galilea entera, enseñando en las sinagogas de ellos, proclamando la buena noticia del Reino y curando todo achaque y enfermedad del pueblo.
24 Se hablaba de él en toda Siria: le traían enfermos con toda clase de enfermedades y dolores, endemoniados, epilépticos y paralíticos, y él los curaba.

EXPLICACIÓN.

23- 24.          Comienzo de la doble actividad, de palabra y de obra, de Jesús: presenta una alternativa a la situación (el Reino). La variedad de enfermedades y la procedencia de los enfermos señalan el ofrecimiento de una salvación total y universal. Realidad de la salvación.

LLAMADA DE ISRAEL. Mt 4,18-22.

                   18 Caminando junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos: a Simón, el llamado Pedro, y a Andrés, su hermano, que estaban echando una red de mano en el mar, pues eran pescadores.
19 Les dijo:
                  - Veníos conmigo y os haré pescadores de hombres.
                 20 Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
                 21 Pasando adelante vio a otros dos hermanos: a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que estaban en la barca poniendo a punto las redes, con Zebedeo, su padre. Jesús los llamó.
                22 Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron.

EXPLICACIÓN.

18 - 22.      Esta llamada es el paradigma de todas las demás en Mt. El mar/lago, frontera con los pueblos paganos y alusión al éxodo. La insistencia en el vínculo de hermandad (18.21) alude a Ez 47,13s, donde se anuncia el futuro reparto de la tierra a partes iguales ("cada uno como su hermano"): igualdad de todos sus seguidores. La invitación de Jesús (19) recuerda la llamada de Eliseo por parte de Elías (1 Re 19,19-21). Lo presenta como profeta e implica la comunicación de su Espíritu. Pescadores de hombres, cf. Ez 47,10. Jesús llama a una misión que pretenderá atraer a los hombres (judíos y paganos). Santiago y Juan, hermanos; presencia del padre, figura de la autoridad y de la tradición (21). En lo sucesivo no deberán reconocer más que al Padre del cielo (6,9; 23,9) (21-22).

III. PROCLAMACIÓN DEL REINO Y REVELACIÓN DEL MESÍAS. A. El Israel Mesiánico. Primera actividad en Galilea. Mt 4,12-17.

                   12 Al enterarse de que habían detenido a Juan, Jesús se retiró a Galilea.
13 Dejó Nazaret y se estableció en Cafarnaún, junto al mar, en territorio de Zabulón y Neftalí.
14 Así se cumplió lo que había dicho el profeta Isaías:


                  15 ¡País de Zabulón y país de Neftalí,
                       camino del mar, al otro lado del Jordán
                       Galilea de los paganos!
                  16 El pueblo que habitaba en tinieblas
                       vio una luz grande;
                       a los que habitaban en tierra y sombra de muerte
                       una luz les brilló (Is 8,2-9,1).


                 17 Desde entonces empezó Jesús a proclamar:
                 - Enmendaos, que está cerca el reinado de Dios.

EXPLICACIÓN.

12 - 17.        Oposición a Juan y fin de su actividad. La misma proclama de Juan, pero ahora en boca de Jesús, resuena, no desde el desierto, sino en medio de la sociedad. Cafarnaún, capital judía de Galilea (Tiberíades, la residencia real, de costumbres paganas), puesta en relación con el antiguo reparto de la tierra (13: Zabulón y Neftalí). El texto profético habla de liberación; tinieblas, símbolo del caos e imagen de la muerte; luz, vida. Jesús es el liberador que se prepara a la acción. Su proclamación (17) recoge la del Bautista, pero no asocia a ella el bautismo o algún rito religioso, ni anuncia un juicio contra los que no la acepten. Este pregón inaugura su actividad con el pueblo.

LAS TENTACIONES. Mt 4,1-11.

4                  1 Entonces fue conducido Jesús al desierto por el Espíritu, para que el diablo lo tentara.
2 Ayunó cuarenta días con sus noches y al final sintió hambre.
                     3 El tentador se le acercó y le dijo:
                     - Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes.
                     4 Le contestó:
                     - Está escrito: "No sólo de pan vive el hombre, sino también de todo lo que Dios vaya diciendo" (Dt 8,3).
                     5 Entonces se lo llevó el diablo a la ciudad santa, lo puso en el alero del templo
6 y le dijo:
                     - Si eres Hijo de Dios, tírate abajo; porque está escrito: "A sus ángeles ha dado órdenes para que cuiden de ti"; y también: "te llevarán en volandas, para que tu pie no tropiece con piedras" (Sal 91,11-12).
                    7 Jesús le repuso:
                    - También está escrito: "No tentarás al Señor tu Dios" (Dt 6,16).
                    8 Todavía lo llevó el diablo a un monte altísimo y le mostró todos los reinos del mundo con su gloria,
9 diciéndole:
                   - Te daré todo eso si te postras y me rindes homenaje.
                  10 Entonces le replicó Jesús:
                  - Vete, Satanás, porque está escrito: "Al Señor tu Dios rendirás homenaje y sólo a él prestarás servicio" (Dt 6,13).
                  11 Entonces lo dejó el diablo; en esto se acercaron unos ángeles y se pusieron a servirle.

EXPLICACIÓN.

1 - 11.        La tentación describe por contraste el compromiso hecho por Jesús en el bautismo. El desierto recuerda el éxodo de Israel, donde éste fue infiel a Dios (Éx 17,1-7). Jesús va a mostrar la firmeza de su propósito, manifestando cuáles son las principales tentaciones del hombre, a las que él no sucumbe. Anticipan las propuestas que Jesús irá encontrando a lo largo de su actividad.

                 El ayuno no es preparatorio ni pretende obtener dones divinos. Alude a los de Moisés (Éx 34,28; Dt 9,9-11) y Elías (1 Re, 19,8), para indicar que Jesús supera a las grandes figuras del pasado (2).

                El diablo/Satanás, el enemigo del hombre. Su propósito es desviar a Jesús de su misión salvadora (3). Los panes relacionan este texto con los dos episodios donde Jesús alimenta a una multitud compartiendo el pan (14,17ss; 15,34ss). La abundancia de pan no será efecto de un despliegue de poder, sino del compartir continuando la generosidad divina. La tentación quiere inducir a Jesús a actuar prescindiendo del plan de Dios: ateísmo práctico. No basta la prosperidad material; el desarrollo del hombre está en la fidelidad continua a Dios (4).

             La ciudad santa, donde está el templo (5-6). Se esperaba que el Mesías se manifestara desde el alero del templo: invitación a acomodarse a las ideas mesiánicas del tiempo. Invita a Jesús a un providencialismo literalista e irresponsable. No hay que forzar la acción de Dios (7).

            Última y definitiva tentación (8-9). Monte, lugar de Dios o de los dioses; "altísimo" la suprema condición divina. Ofrece el imperio universal (todos los reinos del mundo). Para Mt, el poder y la gloria del mundo son satánicos. El tentador pretende que en vez de salvar a la humanidad se haga súbdito y agente suyo (rendir homenaje). Utilizar el poder, con sus presupuestos de riqueza y prestigio, equivale a traicionar el plan salvador. Satanás encarna el poder que tienta la ambición del hombre y lo convierte en enemigo del género humano. Respuesta definitiva de Jesús, derrota del tentador. No se puede servir a dos señores (6,24). Los textos del Dt usados por Jesús no tienen carácter mesiánico; se aplican a todo hombre. Las tentaciones no son exclusivas suyas (6,13).

viernes, 22 de abril de 2011

BAUTISMO DE JESÚS Y BAJADA DEL ESPÍRITU. 3,13-17.

                        13 Entonces llegó Jesús desde Galilea al Jordán y se presentó a Juan para que lo bautizara.
14 Juan intentaba disuadirlo diciéndole:
                        - Soy yo quien necesita que tú me bautices, y ¿tú acudes a mí?
                        15 Jesús le contestó:
                        - Déjame ya, que así es como nos toca a nosotros cumplir todo lo que Dios quiera.
                        Entonces Juan lo dejó.
                        16 Jesús, una vez bautizado, salió en seguida del agua. De pronto quedó abierto el cielo y vio al Espíritu de Dios bajar como paloma y posarse sobre él.
                        17 Éste es mi hijo, el amado, en quien he puesto mi favor.

EXPLICACIÓN.

13 - 17.           Juan reconoce en Jesús al Mesías y se opone a su propósito (13), pues el gesto de Jesús no cuadra con la descripción del Mesías que ha hecho antes: un símbolo de muerte (bautismo), en lugar de una actividad de juez (14). El bautismo de Jesús simboliza su compromiso de dar la vida, y así se realizará el designio divino. Juan debe aceptarlo (15). Al compromiso de Jesús (su bautismo), respuesta divina (16): el cielo abierto asegura una comunicación ininterrumpida de Dios con Jesús, expresada por el Espíritu de Dios que se le comunica plenamente. Paloma, alusión a Gn 1,2: en Jesús culmina la creación: plenitud humana (el Hijo del hombre) y divina (el Hijo de Dios). Alusiones a Is 11,1-5, el rey mesiánico; 42,1-7, el servidor, luz y esperanza de las naciones, y 61,1-4, liberación del pueblo. La voz del cielo (17) formula lo significado por la bajada del Espíritu: éste es mi Hijo (Sal 2,7, el rey Mesías); el amado (cf. Gn 22,2, de Isaac, alusión a la muerte); en él he puesto mi favor, alusión a Is 42,1, del servidor.

                        La escena del bautismo representa la investidura del Mesías, capacitado por el Espíritu para su misión universal y liberadora.

II. PREPARACIÓN (3,1-4,11). PREDICACIÓN DE JUAN BAUTISTA. 3,1-12.

3         1 Por aquellos días se presentó Juan Bautista en el desierto de Judea proclamando:
                      2 - Enmendaos, que está cerca el reinado de Dios.
                      3 A él se refería el profeta Isaías cuando dijo:

                         Una voz grita desde el desierto:
                         Prepara el camino del Señor,
                         enderezad sus senderos (Is 40,3).

                       4 Este Juan iba vestido de pelo de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre.
                       5 Acudía en masa la gente de Jerusalén, de toda Judea y de la comarca del Jordán,
6 y él los bautizaba en el río Jordán, a medida que confesaban sus pecados.
                       7 Al ver que muchos fariseos  y saduceos venían a que los bautizara, les dijo:
                       - ¡Camada de víboras!, ¿quién os ha enseñado a escapar del castigo inminente?
8 Pues entonces, dad el fruto que corresponde a la enmienda
9 y no os hagáis ilusiones pensando que Abrahán es vuestro padre; porque os digo que de las piedras es capaz Dios de sacarle hijos a Abrahán.
10 Además, el hacha está ya tocando la base de los árboles, y todo árbol que no da buen fruto será cortado y echado al fuego.
                       11 Yo os bautizo con agua, en señal de enmienda; pero llega detrás de mí el que es más fuerte que yo, y yo no soy quién para quitarle las sandalias. Ése os va a bautizar con Espíritu Santo y fuego,
12 porque trae el bieldo en la mano para aventar su parva y reunir el trigo en su granero; la paja, en cambio, la quemará con fuego inextinguible.

EXPLICACIÓN.

1 - 12.            Momento histórico indeterminado. Desierto de Judea, ruptura con la sociedad, pero sin salir de la tierra prometida. Cercanía del reinado de Dios. Condición, el cambio de actitud respecto a los demás, la adopción de una conducta justa. Se pensaba que el reinado de Dios, la sociedad justa y humana, objeto de viva expectación, se realizaría por medio del Mesías. Se requiere la colaboración del hombre (2). La mención de la correa de cuero (4) identifica a Juan con el profeta Elías (2 Re 1,8), precursor del Mesías (11,14; 17,12s); su dieta confirma la ruptura con la sociedad. Respuesta unánime (5). Se establecen dos polos: Jerusalén, centro religioso-político, y el desierto, lugar del profeta. La afluencia masiva muestra el descontento del pueblo con la institución y los dirigentes. Inmersión en el agua (6): muerte a un pasado, cambio de vida. Los fariseos (7) modelo de hombres religiosos, fieles a la Ley; gran influjo sobre el pueblo. Saduceos, la clase dominante, los grandes terratenientes y las familias de la aristocracia sacerdotal: poder económico, religioso y político. Pretenden un bautismo ritual, sin enmienda.

                       La institución opresora quiere integrar a Juan y el movimiento que ha suscitado. Camada de víboras, el poder, agente de muerte (12,34; 23,33). Juan supone que el Mesías que llega va a infligir un castigo. Mt distingue entre la masa de la gente, que se propone la enmienda, y los dirigentes. Para la salvación no cuenta el linaje, sino las obras (9-10); estas piedras, alusión a la conversión de los paganos; Mt ve en la humanidad entera la plenitud de Israel (8,11). Juan espera del Mesías un juicio inmediato y severo, no basado en la pureza de sangre, en la práctica del culto ni en la fidelidad a la Ley, sino en la actitud hacia el hombre.

                       Bautismo superior al suyo: con Espíritu Santo y fuego (11). Bautismo/juicio: para los que han realizado la enmienda, será purificación y efusión de Espíritu/vida; para los que no han cambiado su conducta, destrucción. Quitar las sandalias, tomar el puesto del que tiene derecho a ser esposo: tema del esposo (9,15), en relación con el de la alianza nueva (26,28). Juan no pretende suplantar el papel mesiánico de Jesús. Nueva imagen del juicio (12); el fuego inextinguible asegura la absoluta destrucción.

                       La figura del Mesías-juez, anunciada por Juan, no corresponde a la actuación posterior de Jesús (11,2-6),

HUIDA A EGIPTO. MATANZA DE LOS INOCENTES. RETORNO DE EGIPTO. 2,13-23.

                        HUIDA A EGIPTO.
                      
                       13 Apenas se marcharon, el ángel del Señor se apareció en sueños José y le dijo:
                       - Levántate, coge al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta nuevo aviso, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.
                       14 José se levantó, cogió al niño y a su madre de noche, se fue a Egipto
15 y se quedó allí hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por el profeta: Llamé a mi hijo para que saliera de Egipto (Os 11,1).

                         MATANZA DE LOS INOCENTES.

                      16 Entonces Herodes, viéndose burlado por los magos, montó en cólera y mandó matar a todos los niños de dos años para abajo en Belén y sus alrededores, calculando la edad por lo que había averiguado de los magos.
                      17 Entonces se cumplió el oráculo de profeta Jeremías:
                      18 Un grito se oyó en Ramá,
                           llanto y lamentos grandes
                           es Raquel que llora por sus hijos
                           y rehúsa el consuelo, porque ya no existen (Jr 31,15).

                           RETORNO DE EGIPTO.

                       19 Apenas murió Herodes, el ángel del Señor se apareció en sueños a José en Egipto y le dijo:
                       20 - Levántate, coge al niño y a su madre y vuélvete a Israel; ya han muerto los que intentaban acabar con el niño.
                       21 Se levantó, cogió al niño y a su madre y entró en Israel.
22 Al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea como sucesor de su padre, Herodes, tuvo miedo de ir allá. Entonces, avisado en sueños, se retiró a Galilea
23 y fue a establecerse a un pueblo llamado Nazaret. Así se cumplió lo que dijeron los profetas: que se llamaría Nazareno.

EXPLICACIÓN.

13 - 23. Tríptico. En primer término, la figura de José; como el patriarca homónimo del AT, salva a su familia llevándola a Egipto (Gn 45-46): en Jesús comienza el nuevo Israel (Os 11,2) (13-15). Cólera de Herodes (16), en relación con Éx 1, donde el faraón se propone destruir al pueblo matando a los recién nacidos varones; la tierra de la esclavitud y opresión es ahora Israel. Jr 31,15 (18) se continúa por un canto de esperanza (Jr 31,16s). La oposición de los poderes enemigos será incapaz de impedir la realización del designio de Dios (16-18). El poder se perpetúa con las mismas características de crueldad (22: Arquelao). Nazareno/Nazoreo, (23), en relación con Is 11,1: el retoño de Jesé; con Jr 23,5 y 33,15, el vástago legítimo de David; con Zac 3,8 y 6,12: "el germen".

               En el cap. 2, los personajes son figuras representativas. Los magos, los hombres capaces de reconocer la acción de Dios en la historia y dispuestos a todo para encontrarse con ella. Herodes (y Arquelao), el poder político, celoso de su hegemonía, mentiroso, hipócrita  asesino. El pueblo aparece sometido e identificado con el tirano (3). Los jerarcas e intelectuales judíos conocen las promesas, pero, instalados en su situación de privilegio, no desean el cambio. Se oponen el rey Herodes, el poder violento, y el rey de los judíos (niño inerme), que va a salvar sin usar la fuerza: "el rey de los judíos" será su título en la cruz (27,37).

VISITA DE LOS MAGOS. 2,1-12.

2                    1 Jesús nació en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes. En esto, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén
2 preguntando:
                       - ¿Dónde está ese rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a rendirle homenaje.
                        3 Al enterarse el rey Herodes se sobresaltó, y con él Jerusalén entera;
4 convocó a todos los sumos sacerdotes y letrados del pueblo, y les pidió información sobre dónde tenía que nacer el Mesías.
                        5 Ellos le contestaron:
                       - En Belén de Judea, así lo escribió el profeta:

                        6 Y tú, Belén, tierra de Judá,
                           no eres ni mucho menos la última
                           de las ciudades de Judá:
                           pues de ti saldrá un jefe
                          que será pastor de mi pueblo, Israel (Miq 5,1).

                        7 Entonces Herodes llamó en secreto a los magos, para que le precisaran cuándo había aparecido la estrella;
8 luego los mandó a Belén encargándoles:
                         - Averiguad exactamente qué hay de ese niño y, cuando le precisaran cuándo lo encontréis, avisadme para ir yo también a rendirle homenaje.
                         9 Con este encargo del rey, se pusieron en camino; de pronto, la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta pararse encima de donde estaba el niño.
                         10 Ver la estrella les dio muchísima alegría.
                         11 Al entrar en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas le rindieron homenaje; luego abrieron sus cofres y como regalos le ofrecieron oro, incienso y mirra.
                         12 Avisados en sueños de que no volvieran a Herodes, se marcharon a su tierra por otro camino.

EXPLICACIÓN.

1 - 12.              Lugar de nacimiento (Belén de Judea) y datación aproximada: en tiempos de Herodes el Grande, muerto el año 4 a. C, rey ilegítimo de Israel, por ser de padre idumeo. Magos: astrólogos orientales que pretendían ver el destino anunciado en los astros (1). A rendirle homenaje: rey universal. El rey nacido se contrapone a Herodes (2). Sobresalto del rey y de la ciudad: ésta está identificada con el tirano (3). Los judíos no se han percatado de su nacimiento; los paganos, sí. Herodes lo identifica con el Mesías esperado (4). El texto citado combina Miq 5,1 con 2 Sm 5,2, pasaje mesiánico: el Mesías de la casa de David. Importancia de Belén frente a Jerusalén, donde reina Herodes. Pastor (6), de David (Sal 78,70s) y del nuevo David (Jr 23,5: 30,9; Ez 34,23s). Hipocresía de Herodes (7s). Los jefes del pueblo no manifiestan reacción alguna: saber teórico. La estrella (9) (cf. Nm 24,17) es figura del rey nacido y los guía al lugar donde éste se encuentra. No es visible en Jerusalén, donde no se espera la liberación. El niño con su madre (11), la pareja real (cf. 1 Re 2,19; 15,2; 2 Re 10,13); los dones expresan sumisión y alianza (Cant 3,6; Lv 2,1-16; Jr 6,20; Is 60,6; Eclo 24,15): Dios vela por su Mesías (12).

NACIMIENTO DE JESÚS. 1,18-25.

                       18 Así nació Jesús el Mesías: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.
19 Su esposo, José, que era hombre justo y no quería infamarla, decidió repudiarla en secreto.
20 Pero, apenas tomó esa resolución, se le apareció en sueños el ángel del Señor, que le dijo:
                       - José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte contigo a María, tu mujer, porque la criatura que lleva en su seno viene del Espíritu Santo.
21 Dará a luz un hijo, y le pondrás de nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.
                      22 Esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por el profeta:
                      23 Mirad: la virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán de nombre Emanuel (Is 7,14). (Que significa "Dios con nosotros").

                      24 Cuando se despertó José, hizo lo que le había dicho el ángel del Señor y se llevó a su mujer a su casa;
25 sin haber tenido relación con él, María dio a luz un hijo, y él le puso de nombre Jesús.

EXPLICACIÓN.

18 - 25.          Nacimiento virginal por obra del Espíritu Santo: nueva creación, que supera la descrita en Gn 1,1ss. En Jesús, la creación del hombre alcanza su plenitud: es al mismo tiempo novedad absoluta y culminación de un proceso histórico. Justo (19): israelita fiel a los mandamientos de Dios, figura del "resto de Israel". Por su amor o fidelidad a Dios (22,37) quiere cumplir la Ley, que lo obligaba a repudiar a María; su amor al prójimo (22,39) le impedía infamarla. De ahí su decisión (19). Jesús (21) (Dios salva) =Josué, el que introdujo al pueblo en la tierra prometida. Salvar de los pecados, de un pasado de injusticia. Emmanuel (23), Dios con nosotros: no un mero enviado divino, sino presencia de Dios en la tierra.

I. GENEALOGÍA E INFANCIA DE JESÚS. 1,1-17.

1          1 Génesis de Jesús, Mesías, hijo de David, hijo de Abrahán:
Abrahán engendró a Isaac,
2 Isaac engendró a Jacob,
Jacob engendró a Judá y a sus hermanos,
3 Judá engendró, a Tamar, a Fares y a Zará,
Fares engendró a Esrón,
Esrón engendró a Arán,
4 Arán egendró a Aminadab,
Aminadab engendró a Naasón,
Naasón engendró a Salmón,
5 Salmón engendró, de Rajab, a Booz,
Booz engendró, de Rut, a Obed,
Obed engendró a Jesé,
6 Jesé engendró al rey David,

David engendró, de la que fue mujer de Urías, a Salomón,
7 Salomón engendró a Roboán,
Roboán engendró a Abías,
Abías engendró a Asaf,
8 Asaf engendró a Josafat,
Josafat engendró a Jorán,
Jorán engendró a Ozías,
9 Ozías engendró a Joatán,
Joatán engendró a Acaz,
Acaz engendró a Ezequías,
10 Ezequías engendró a Manasés,
Manasés engendró a Amón,
Amón engendró a Josías,
11 Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, cuando la deportación a Babilonia.
12 Después de la deportación a Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel,
Salatiel engendró a Zorobabel,
13 Zorobabel engendró a Abiud,
Abiud engendró a Eliacín,
Eliacín engendró a Azor,
14 Azor engendró a Sadoc,
Sadoc engendró a Aquín,
Aquín engendró a Eliud,
15 Eliud engendró a Eleazar,
Eleazar engendró a Matán,
Matán engendró a Jacob
16 y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la que nació Jesús, llamado el Mesías.
                        17 Por tanto, las generaciones desde Abrahán a David fueron en total catorce, desde David hasta la deportación catorce, y desde la deportación a Babilonia hasta el Mesías catorce.

EXPLICACIÓN.

1. Título. Va a describirse la nueva creación (génesis), que existe en la persona de Jesús y se continúa por obra suya (cf. 28,1: "el primer día de la semana"). Hijo de David: le corresponde el carácter real; hijo de Abrahán: en él se cumple la promesa del universalismo: la bendición para todos los pueblos y la descendencia ilimitada (Gn 17,4s; 18,18; 21,17s).

2-17. En Jesús Mesías va a culminar la historia de Israel. Mt arregla las generaciones para establecer seis septenarios o "semanas de generaciones". Jesús, el Mesías, comienza la séptima semana, que representa la época final, dentro de la historia, para Israel y para la humanidad. La octava será el mundo futuro. La genealogía se interrumpe (17): a Jesús pertenece toda la tradición anterior, pero no está condicionado por una herencia histórica; su único Padre será Dios, su ser y su actividad reflejarán los de Dios mismo. No es un producto de la historia, sino una novedad en ella.

PLAN DEL EVANGELIO.

I. Genealogía e infancia de Jesús (1,1-2,23).

II. Preparación (3,1-4,11).

III. Proclamación del Reino y revelación de Mesías (4,12-16,20).

      A. El Israel mesiánico (4,12-11,1).
           Introducción: Primera actividad en Galilea (4,12-24).
           Código de la alianza mesiánica: El sermón del monte (4,25-8,1).
           Ámbito universal del Israel mesiánico (8,2-9,34).
           Primera misión del Israel mesiánico (9,35-11,1).
      B. Oposición de los dirigentes e incomprensión del pueblo (11,2-13,58).
      C. Las señales del éxodo del Mesías (14,1-16,20).
           Introducción: Identidad de Jesús y muerte de Juan Bautista (14,1-12).
           El Mesías e Israel (14,13-36).
           El obstáculo a la universalidad: La tradición de los mayores (15,1-20).
           El Mesías y los paganos. Incomprensión de los discípulos (15,21-16,12).
           Reconocimiento del Mesías (16,13-20).

IV. Resistencia de los discípulos al mesianismo de Jesús (16,21-20,34).

     A. Verdadero y falso mesianismo (16,21-17,20).
     B. Conducta individual y comunitaria (17,22-20,16).
     C. Falso mesianismo y ambición de poder (20,17-34).

V. En Jerusalén: Jesús y la institución judía (21,1-25,46).
     A. Introducción: Entrada y aclamación mesiánica (21,1-11).
     B. En el templo (21,12-23,39).
         Denuncia del templo y maldición de la higuera (21,12-22).
         Polémica y denuncia de los dirigentes (21,23-22,46).
         Denuncia de letrados y fariseos (23,1-36).
         Lamento por Jerusalén (23,37-39).
    C. Fuera del templo (24,1-25,46).
         Futura destrucción. El grupo cristiano en la historia (24,1-36).
         Responsabilidad de los discípulos (24,37-25,30).
         Juicio de las naciones (25,31-46).

VI. Pasión, muerte, resurrección (26,1-28.20).

     A. Introducción: Plan para matar a Jesús, unción para la sepultura, traición de Judas (26,1-16).
     B. La Pascua de Jesús (26,17-30).
     C. Prendimiento y condena (26,31-27,32).
          Getsemaní: Camino, oración, prendimiento (26,31-56).
          Jesús ante el Consejo, burlas, negaciones de Pedro (26,57-75).
          Entrega a los paganos y suicidio de Judas (27,1-10).
          Juicio ante Pilato, burla de los soldados, seguimiento de Simón Cirineo (27,11-32).
     D. Muerte y resurrección (27,33-28,15).
          Crucifixión y muerte (27,33-56).
          Sepultura y guardia del sepulcro (27,57-66).
          Resurrección: Aparición a las mujeres y soborno de los guardias (28,1-15).
      E. Epílogo: En Galilea. La misión universal (28,16-20).

LUGAR, FECHA Y AUTOR.

                        Mt se dirige a una comunidad de lengua griega y de mayoría judía creyente. Esto no excluye la posibilidad de un origen palestinense. Sin embargo, como lugar de origen de este evangelio se proponen como más probables Antioquía, la parte de Siria colindante con Palestina, o bien Fenicia (el Líbano actual). Mt supone la destrucción de Jerusalén (añade 22,7); la fecha de composición se coloca alrededor del año 80.

                        Desde Papías (hacia el año 140) se atribuye el primer evangelio, escrito, según él, en hebreo, a Mateo el recaudador, uno de los Doce (Mt 10,3). El análisis del texto transmitido, sin embargo, muestra que no se trata de una traducción, sino de un original en griego. El autor aparece como un creyente judío de lengua griega, con posible formación rabínica, que redacta los dichos y hechos de Jesús adaptándolos a la circunstancia polémica en que vive. En frase del evangelio mismo, "un letrado instruido en el reino de Dios" (13,52).

LÍNEAS TEOLÓGICAS.

                        Jesús aparece en este evangelio como el Mesías Salvador enviado por Dios. Su contraste creciente con las autoridades judías se debe a la diversa concepción de la mesianidad: Jesús no responde a la idea de un Mesías nacionalista y violento, liberador del yugo romano y reivindicador de Israel. El conflicto se exacerba porque Jesús no forma una secta, sino que se pone en contacto con el pueblo y discute públicamente la autoridad de los dirigentes.

                       La actividad mesiánica y salvadora de Jesús se despliega en vista de la constitución de una sociedad nueva "el reino de Dios" o comunidad mesiánica, formada por hombres que renuncian a toda ambición de dinero o poder y asumen la persecución de que van a ser objeto por parte de la sociedad injusta (5,3.10; 16,24). La sociedad alternativa no está limitada a Israel, sino que está abierta a la humanidad entera.

                       En la misma visión de Mc. Sin embargo, la visión teológica de Mt difiere de la de Mc. Éste mantiene la existencia en la comunidad mesiánica de dos grupos: el de los seguidores de Jesús procedentes del judaísmo ("discípulos"), y el de los que no proceden de él (excluidos de Israel y paganos); "los Doce" o nuevo Israel, representan en Mc solamente al primer grupo. Para Mt, en cambio, todos los que acceden a la comunidad, lo mismo de origen judío como los de origen pagano, se integran en el nuevo Israel, representado por "sus doce discípulos" (10,1; 11,1), que deberá abarcar a la humanidad entera.

                       Debido a la integración de todos los seguidores de Jesús en un único grupo, la figura de los discípulos no presenta en Mt rasgos tan negativos con en Mc, donde representan solamente a una parte de la comunidad. Mt no insiste tanto en su incredulidad o en su torpeza, a veces sustituye un rasgo desfavorable por otro halagador (Mt 13,16s, cf. Mc 4,13; Mt 14,33, cf. Mc 6,52), aunque no siempre (Mt 16,8, cf. Mc 8,17; Mt 16,23, cf. Mc 8,33).

                      La actividad de Jesús se centra en la liberación de los oprimidos (5,4.5.6). Para él, la fidelidad a Dios no pasa por la observancia de la Ley, sino por la práctica de un amor sin excepciones (5,46-48). Cambia la relación con Dios, que se manifiesta como Padre. Mt subraya la filiación divina de Jesús y la paternidad de Dios; a la condición de Jesús, el Hijo de Dios, responde la de los discípulos, quienes, con su actividad, muestran ser hijos del mismo Padre (5,9).

                      La comunidad de Mt se encuentra enfrentada con los judíos de su tiempo, con los que mantiene una viva polémica. De ahí sus ataques a la piedad farisea (6,1ss) y a la interpretación casuística de la Ley (5,21ss). Con esto se conecta la "fidelidad" propia del Reino, en contraste con la de los letrados y fariseos (5,20). No hay duda de que algunos miembros de la comunidad de Mt se veían tentados de volver a la observancia y a las instituciones judías. El "vosotros, en cambio", colocado en medio de una invectiva contra los fariseos y letrados (23,8-12), el aviso de 18,10 a los que, convencidos de su propia superioridad, despreciaban a los que no compartían los ideales judíos, son buen indicio de ello. Por eso, aunque a veces usa Mt una terminología farisea (5,48; "buenos del todo", lit. "perfectos"; 19,21; "un hombre logrado", lit. "perfecto"), lo hace precisamente para invalidar el concepto fariseo, cambiando su contenido.

                     El universalismo de principio profesado por la comunidad debía de aparecer a los ojos de los adversarios fariseos como una traición a la elección de Israel, por la que esperaban la restauración de la gloria de su nación y su hegemonía sobre las naciones paganas. De ahí que Mt mencione a Abrahán al principio de su evangelio (1,1), para indicar que en Jesús se cumple la promesa divina hecha al patriarca, por la que, en virtud de Abrahán, se extendería la bendición divina a todas las naciones (Gn 17,4s; 18,18; 21,17s).

                   Por la misma razón, es característica de Mt la frecuente conexíón que establece entre los acontecimientos de la vida de Jesús y el AT considerado como profecía. Buen número de citas se encuentran sólo en él (1,23; 2,6s.15.17s.23; 4,14-16; 8,17; 12,17-21; 13,35; 21,4s; 27,9s), están introducidos por fórmulas propias y semejantes y se acercan más al texto hebreo.

                   Desarrolla, además, extensamente el tema de la infidelidad del Israel histórico al llamamiento divino; aunque insiste en que el Mesías ha venido en primer lugar para su pueblo (10,5s; 15,24), pone también de relieve cómo Israel lo rechaza: las autoridades no se interesan por su nacimiento, el rey Herodes quiere matarlo, mientras los extranjeros paganos lo buscan y le rinden homenaje (cap.2). José primero (2,22) y más tarde Jesús se retiran a Galilea, tierra de paganos (4,12-17). Su denuncia de la infidelidad del pueblo judío aparece extremadamente viva en el relato de la Pasión, que culmina en 27,25.

INTRODUCCIÓN.

                        Este evangelio, posterior al de Marcos, sigue el esquema de la vida y actividad de Jesús establecido por su predecesor. Sin embargo, en este esquema fundamental, que recoge prácticamente todo el material narrativo de Mc, inserta gran cantidad de material nuevo; aproximadamente la mitad de Mt no tiene paralelo en Mc.

                       Incluso lo que recoge de Mc lo reelabora Mt siguiendo líneas bien definidas; elimina lo concreto y anecdótico, suprime o cambia las referencias a las emociones de Jesús, creando un estilo hierático y subrayando el punto teológico de cada episodio. En los relatos de curación, en particular, pone en evidencia el encuentro entre Jesús y el enfermo. El estilo es muy apto para la catequesis.

                      El material didáctico, tan abundante en Mt (del que sólo poco más de la mitad se encuentra en Lc), no aparece disperso, sino formando bloques, cinco grandes discursos terminados por frases parecidas (7,28; 11,1; 13,53; 19,1; 26,1); el sermón de la montaña, que expone el programa del Reino (caps, 5-7), instrucciones a los mensajeros del Reino (cap. 13), el comportamiento dentro de la comunidad (cap. 18) y, finalmente, el grupo cristiano en la historia y su responsabilidad (caps. 24-25).

                     Entre los discursos se intercalan diversos episodios de la actividad de Jesús (8-9), otros que muestran la oposición o la incomprensión (11-12, aunque con mucho elemento didáctico discursivo), la formación de los discípulos (14-17) o la denuncia de los jefes del pueblo (19-23).

                     La colocación de los discursos enlaza con el esquema cronológico proveniente de Mc. El sermón de la montaña ejemplifica "el modo de enseñar con autoridad" (Mc 1,22-27; Mt 7,28-29); el discurso misionero (Mt 10) desarrolla Mc 6,7-13; las parábolas del Reino (Mt 13) amplían las tres que propone Mc (aunque omitiendo Mc 4,26-29); la instrucción comunitaria (Mt 18) toma pie de Mc 9,33b-37; el discurso escatológico (Mt 24-25) dobla la longitud del de Mc 13.

                     El cuerpo del evangelio está precedido por el relato de los orígenes de Jesús y de incidentes durante su infancia (1-2) y por la preparación para su labor (3,1-4,11). Culmina el evangelio con el relato de la pasión-muerte-resurrección (26-28).

                    A diferencia de Mc, Mt no explica las usanzas judías (15,2, cf. Mc 7,2s; Mt 23,5.24) ni traduce las expresiones arameas (5,22 y 27,6 traducidas en nuestro texto).